Actualmente, España cuenta con un porcentaje muy elevado de viviendas envejecidas. Solemos destinar el 5% de nuestro presupuesto al mantenimiento de los bienes muebles, como los vehículos, y en el caso de la vivienda no superamos el 1,5%. Este dato resulta paradójico si tenemos en cuenta que los vehículos son bienes que tienden a perder valor rápidamente, mientras que la vivienda se revaloriza y más si invertimos algo de presupuesto en su cuidado, mantenimiento y renovación.